Una anciana de 88 años creyéndose morir, llama a su esposo de 90 años al dormitorio y le expresa:
- Viejo, viejo, me estoy muriendo..
El anciano le responde cariñosamente:
- No seas tontita mi amor. Es un mal pasajero, no le des importancia.
- No, esta vez es serio. Y no quiero irme sin entregarte algo - dice la anciana
-. Por favor abrír el ropero y saca una caja de madera que está oculta debajo de la ropa de verano.
El esposo cumple con lo indicado y encuentra la caja.
- Abridla - pide su esposa con un hilo de voz.
El anciano lo hace y encuentra dentro de la caja tres huevos y 100.000€. Entre alborozado y extrañado pregunta:
- Mi amor, que son estos tres huevos?
La anciana responde:
- No quiero irme sin contarte un secreto. Cada huevo representa las veces que quedé insatisfecha en nuestras relaciones sexuales.
El anciano comenta entre cancherito, satisfecho y orgulloso:
- Que bueno che, solo tres veces en casi 60 años de matrimonio.
Y enseguida pregunta:
- ¿Y estos 100.000€?
La anciana toma dulcemente la mano de su esposo y con un suspiro le confiesa:
- Cada vez que juntaba una docena de huevos los vendía....
jueves, 21 de noviembre de 2013
Los ahorros de la abuela
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