Un hombre llega a una cafetería, se acerca a la barra y le pregunta al dependiente:
- ¿Tiene café frío?
El dependiente le responde:
- ¡No, no tenemos!
Bueno, deme uno caliente entonces.
Al siguiente día, el mismo hombre vuelve a la cafetería y pregunta:
- ¿Tiene café frío?
Recibió la misma respuesta negativa.
Así estuvo haciendo la misma pregunta y siempre la respuesta era la misma. Cierto día, el dependiente de la cafetería recordó a su ingenioso cliente y se dijo: No tarda en llegar aquel hombre pidiendo café frío así que se lo voy a tener listo para cuando él llegue. Al rato, el cliente vuelve a entrar y como de costumbre le pregunta:
- ¿Tiene café frío?
El dependiente con cierta sonrisa de satisfacción le dice:
- Sí tenemos.
El cliente responde:
- ¿Me lo puede calentar, por favor?
sábado, 25 de enero de 2014
Café frío
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