Llega el esposo de la misa y se dirige a su esposa con una sonrisa, la abraza, la coge y baila con ella en el aire.
Ella, muy feliz, le pregunta:
- ¡Ay amor!, ¿De qué trató el sermón del cura hoy?, ¿acaso dijo que los esposos deberían ser más cariñosos con sus esposas?
Y él, muy seguro contestó;
- No cariño, dijo que debemos cargar nuestra Cruz con júbilo y alegría
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